jueves, 5 de agosto de 2010

LOS RESGUARDOS INDIGENAS


La Constitución Política de Colombia, contempla a los Resguardos Indígenas como una Entidad básica dentro del conjunto de la Organización Territorial, con un territorio propio y organización interna de acuerdo con sus tradiciones y costumbres.

Según el censo del DANE del año 2005, en Colombia existen 710 resguardos esparcidos por toda la geografía Colombiana, con presencia en 27 departamentos y en 228 municipios, ocupando una extensión de territorio de aproximadamente 34 millones de hectáreas, albergando una población equivalente a 1.738.884 habitantes. Un número nada despreciable que podría ser parte más activa del progreso y desarrollo del país.

No obstante, los diferentes Gobiernos de turno, siempre han dejado de lado y en el olvido a esta población manteniéndola en la marginalidad y en el abandono, como si no hicieran parte de nuestra Nación, como símbolo que son de nuestro origen y de nuestra identidad.

Qué bueno sería que nuestros Indígenas tuvieran más espacios de participación en el ámbito Nacional, Departamental y Municipal aportando su conocimiento, que bien importante que si es, como conocedores de la tierra y la naturaleza. Enriqueciéndonos con sus aportes culturales ancestrales para poder entender el legado cultural que llevamos en nuestra sangre y en nuestro espíritu, así nos empeñemos en negarlo.

Qué bueno sería que nuestros Indígenas pudieran acceder a la educación superior masivamente, para que se capacitaran y llevaran el conocimiento y el avance tecnológico a sus comunidades con el fin de convertirlas en territorios de progreso y desarrollo.

Pero la realidad es otra, pues aparte del olvido y del abandono del Estado, se suma la situación de inseguridad y de zozobra en la que viven, debido que las fuerzas irregulares se han apoderado de sus territorios, convirtiendo a los nativos en escudos humanos y carne de cañón. Como consecuencia, son muchos los pobladores de los resguardos indígenas que se han visto en la obligación de salir huyendo de sus territorios, convirtiéndose en un componente más que integran la masa de desplazados que recorren las calles y avenidas de pueblos y ciudades, de la mano de la desesperanza, la tristeza y el dolor.

De otra parte, Aquellos pobladores que deciden hacerle frente a la situación y permanecen en sus resguardos, son acusados por el estado de ser auxiliadores de los grupos armados al margen de la ley y en consecuencia son perseguidos y convertidos en muchas ocasiones en falsos positivos.

Corresponderá al estado tener una actitud bien diferente frente a estas comunidades; corresponderá a las distintas organizaciones sociales como las ONGs, utilizar los multiples mecanismos para poner en conocimiento de la opinión pública, la realidad de nuestras comunidades indígenas para que entre todos y de manera civilizada presionemos al estado, con el objetivo de que este cumpla con su función y que por fin nuestros hermanos de sangre tengan el estatus que se merecen.

MIGUEL ANGEL ALARCON GALINDO
ESTUDIANTE V SEMESTRE DE ADMINISTRACION PUBLICA TERRITORIAL
ESAP - NEIVA

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