Neiva, área metropolitana

Andrea Sirley Cano Castellanos
andreasirley@hotmail.com

No sé durante cuánto tiempo se ha hablado de un área metropolitana para el norte del Huila, con epicentro en Neiva, la ciudad capital. Desde hace muchos años se ha comentado el asunto, tal vez, a sabiendas, incluso, de que Neiva es una ciudad intermedia, todavía con grandes rasgos de pueblo grande, y con tantas deficiencias en lo administrativo como para suponer que pueda pensarse en que, además de intentar gobernarse a sí misma, pueda ser epicentro administrativo para localidades vecinas. Hay quienes piensan que me equivoco y, claro, podría hablar en otros términos.
Los argumentos a favor van desde los frecuentes alegatos por el crecimiento de una metrópoli futura, que hacen parte de los discursos en época pre electoral, hasta otros más elaborados pero, con frecuencia, aún distantes de la realidad.
Para comenzar, habría que decir que Neiva llega hoy, según las proyecciones del Dane, a unos 316 mil habitantes, distribuidos mayormente en su zona urbana, de frenético y desordenado crecimiento. Buena parte de su crecimiento demográfico se atribuye, desde hace varios años, a una población flotante, condensada en zonas periféricas de invasión, sin acceso a servicios públicos ni disponibilidad de educación y salud en condiciones de equidad y oportunidad.
Pese a ello, el tema ya comienza a tomar forma. Veamos sino, por ejemplo, esta optimista visión que encontré en Wikipedia: “El Área metropolitana de Neiva es una conurbación colombiana aún no oficial, ubicada en el departamento del Huila en el Alto Magdalena. Su núcleo principal es Neiva, y sus municipios satélites son Rivera, Palermo, Tello, Baraya, Aipe, Villavieja y Campoalegre. Tiene 471.988 habitantes”.
A favor también, el documento citado refiere que “Neiva es una Ciudad-Región que da vida, acogedora, amable y preparada para grandes eventos. Convertida en polo de desarrollo turístico, social y económico del sur de Colombia. Con una infraestructura de desarrollo, Neiva se ha constituido en destino turístico y en el centro de actividades económicas, sociales, culturales y empresariales de la población circundante, avanzando en la conservación ambiental y en el mejoramiento de vida de sus habitantes y convirtiendo estas iniciativas en gran importancia para el desarrollo turístico, social y económico, creando nuevos espacios para la recreación y el ecoturismo de esta ciudad acogedora y amable.”
No cabe duda de que hay enormes potencialidades. En el mediano plazo, la ciudad de Neiva se proyecta como un importante polo de desarrollo en el sur occidente del país. Sin embargo, aún hay un camino bastante largo por recorrer. No basta con crecer demográficamente; primero hay que avanzar en la solución de problemas que parecen todavía de pueblo: los diarios cortes en el suministro eléctrico, la incertidumbre que siempre acompaña el suministro de agua y las deficiencias, para no mencionar otros, en servicios básicos que, como éstos, presentan fallos permanentes. Vías, por ejemplo, o los muy graves problemas de desigualdad social que se convierten en una latente bomba de tiempo, amenazando cualquier estabilidad institucional.