jueves, 16 de septiembre de 2010

CALENTAMIENTO GLOBAL ¿SOLO UN PROBLEMA AMBIENTAL?


Aunque este tema ha sido planteado y debatido por expertos en innumerables ocasiones, aún muchas personas se muestran ajenas al problema y más aún a una posible solución.

El calentamiento global es un fenómeno del aumento de temperatura de la atmósfera que se ha acentuado desde finales del siglo XX.

El cuerpo de la ONU encargado de analizar este tema sostiene que el aumento de temperatura obedece a las emisiones de gases y que continuará si las emisiones lo hacen, por eso el protocolo de Kioto promueve la reducción de emisiones contaminantes.

Las consecuencias que el calentamiento global pueden producir resultarían catastróficas: repercusiones en medio ambiente y economía, principalmente en la agricultura, guerras por agua, hambrunas, enfermedades, elevación de los niveles del mar, cientos de refugiados… todo esto daría lugar a disturbios civiles, genocidios y terrorismo.

Datos concretos recogidos de fuentes científicas aseguran que el calentamiento global podría exterminar entre el 15% y el 35% de las especies de plantas y animales de la tierra para el 2050. Para el mismo año el nivel del mar aumentará en 50 cm, amenazando 28 billones de dólares de bienes en las principales ciudades costeras.

El incremento de temperatura sobre Groenlandia llevaría al derretimiento de la capa de hielo y un incremento en el nivel del mar de 7 m, también afectaría la capa de hielo antártico cuyo derretimiento podría hacer subir el mar en 62 m.

Estos datos y cifras nos permiten ver que el calentamiento global, lejos de ser un problema exclusivamente ambiental, es un tema complejo que nos afecta a todos y cuyos efectos comenzaremos a sentir más pronto de lo que nos esperábamos.

No podemos ser indiferentes ante una situación que no discrimina razas, lenguajes o culturas, este es un problema global, que debemos enfrentar juntos como sociedad humana para rescatar el planeta que tenemos por hogar.

Hay ciertas medidas que podemos adoptar para reducir las emisiones de gases contaminantes, por ejemplo cambiar bombillos tradicionales por otros de bajo consumo, comprar productos de papel reciclado, evitar comprar productos envasados, utilizar menos los aparatos eléctricos y desconectar los que no se estén utilizando y usar menos el automóvil.

Estas medidas no requieren un mayor esfuerzo pero si un gran compromiso y una trasformación cultural en cierta medida, pero este esfuerzo bien vale la pena sin con ello le devolveremos algo al planeta.

Recordemos que el planeta no se lo heredaremos a nuestros hijos; es un préstamo que ellos nos han hecho.

Natalí Pérez García.

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