viernes, 5 de marzo de 2010

SECUESTRO INFANTIL UNA CRUDA REALIDAD


Uno de los derechos fundamentales de los niños y las niñas es la seguridad, el derecho a tener una vida segura y saludable. Como padres no podemos estar siempre con nuestros hijos para evitar peligros, ni tampoco podemos aislarlos o retirar todo lo que les pueda hacer daño.


El secuestro, entendido por la legislación colombiana como “toda retención en contra de la voluntad de las personas, con el propósito de pedir a cambio de su libertad una utilidad específica o para sacar algún provecho” (artículo 169 Código Penal) , constituye uno de los tipos de violación más grave en relación con los derechos fundamentales (la integridad y la libertad personal) y el Derecho Internacional Humanitario.
Según la Ley 40 de 1993, existen dos modalidades de secuestro: (a) secuestro extorsivo, que incluye secuestro con fines económicos y/o con fines políticos; y (b) secuestro simple.


Desde 1962 hasta el año 2003, 25.578 personas han sido secuestradas con fines extorsivos en Colombia. Entre 1996 y 2003, se reportaron 13.616 secuestros extorsivos en Colombia, es decir, un promedio de 1.702 secuestros al año ( 4,7 secuestros diarios).

Cabe señalar que los menores de edad participan con un 7,7%, lo que nos quiere decir que 1.044 menores estuvieron privados de su libertad y del amor de sus padres.

Pero aun mas alarmantes son las cifras actuales en donde Un total de dos mil 431 niños fueron secuestrados en Colombia de enero de 1996 a junio de 2008.

En Colombia, las regiones más afectadas con el secuestro de menores por parte de las Farc, son Antioquia, Cundinamarca, Bogotá, Valle del Cauca, Huila, y Meta.

Además en el 80 por ciento de los casos hay solicitud de un rescate en dinero por parte de la delincuencia común y las víctimas están entre los cero y los siete años.

Recordemos un triste pero famoso caso de secuestro infantil en Colombia y es el caso del hallazgo sin vida del bebé Luis Santiago Lozano.

El niño, de once meses de nacido, había sido secuestrado el 24 de septiembre pasado en Chía, localidad vecina a Bogotá, por orden de su padre biológico, que confesó haber pagado 500 mil pesos para que el menor fuera desaparecido.

El cadáver del niño fue encontrado el martes en las montañas de la misma población.


otra realidad colombiana es La historia de Emmanuel, el hijo de Clara Rojas nacido en cautiverio, donde se evidencia la cruel realidad que deben estar viviendo nuestros niños y niñas que en la actualidad están secuestrados.


ANA YENSI GARCIA
ESAP VI Semestre

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