lunes, 15 de marzo de 2010

LA CRISIS INMOBILIARIA Y SU TRASCENDENCIA EN LA ECONOMÍA COLOMBIANA


Desde inicios de la presente década, se presenta un crecimiento sostenido, después de salir una pequeña recesión en 2001, el crecimiento sostenido de las economías a nivel mundial, su recuperación y el rápido control no tuvo consecuencias mayores.
Durante los últimos años el mundo capitalista deslumbra con la dinámica de la economía mundial, reflejada en las asombrosas cifras de los negocios que cada día mueven cientos de miles de dólares. Para el 2004, la tendencia del crecimiento de todos los países se torna un poco acelerada. Sorprendentemente las “economías emergentes” presentan cifras record, deltas superiores a cinco puntos del PIB, caso especial de el surgimiento de China e India, superando la barrera del 10%.
Latino América y en especial Colombia, no fueron la excepción a esta repartición de los frutos de la globalización. En estos momentos se corrobora la teoría neoclásica del crecimiento sobre la convergencia de economías con una menor relación capital-trabajo, los promedios de la región superan las variables globales de Estados Unidos. Colombia presenta un excelente desempeño en sus agregados macroeconómicos, como a nivel sectorial, donde en la mayoría de los casos se rompieron cifras históricas en inventarios, ventas y utilidades. Las utilidades del sector financiero, telecomunicaciones, infraestructura e industria.
Pero la economía es como una balanza, donde existe una igualdad entre los inputs y los outpos, de modo que los excesos del presente repercutirán en los tiempos futuros. En efecto el crecimiento sostenido de las economías a nivel mundial, explicado por un desplazamiento de la demanda interna, como la oferta no puede responder en el corto plazo a este desequilibrio se produce un alza en los precios. El aumento sostenido de los precios internacionales de los alimentos e insumos para aumentar la producción. Una mayor presión es ejercida por el cambio en su destinación final de cultivos para biocombustibles.
Entonces a este fenómeno inflacionario a nivel mundial, se le agrega un problema desde la oferta, o un denominado “choque de oferta”, que se le llamo a la crisis económica de los 70’s y 80’s cuando el cartel del petróleo, decidió subir excesivamente los precios. El problema es que no es una decisión monopolística, que tenga una salida política, pues las reservas de petróleo se están agotando. El superar la barrera psicológica de los cien dólares por barril, y con una tendencia alcista de los precios, como su presión sobre los alimentos, se espera que sea el factor de una nueva crisis.
Pero el horizonte es todavía más incierto. Llega el 2008 con un riego sistémico en los indicadores bursátiles.

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