Una paranoia colectiva invade al mundo, cientos de personas ven en los últimos acontecimientos situaciones que evidencian para ellos un cambio violento en nuestro planeta o el fin del mismo, los terremotos, los cambios climáticos y los problemas sociales que vivimos por esta época son parte de lo que considero la evolución de la tierra, la cual desde sus orígenes a cambiado constantemente, situación que se puede comprobar en su formación, geología y especies, es por ello que los acontecimientos recientes se deben considerar como una etapa más de la vida de nuestro planeta.
En relación con lo anterior debemos tener en cuenta que las placas tectónicas han generado grandes movimientos que se reflejan en el cambio geográfico de la tierra, si recordamos lo que se denomino como panguea y la comparamos con los continentes actuales, se podrá apreciar el proceso de expansión continental el cual es continuo y conllevara a la desaparición de diversos territorios, a la reactivación de procesos volcánicos y violentos cambios climáticos, entre otros acontecimientos similares a procesos que anteriormente había sufrido la tierra.
Aunando a lo anterior el ser humano es una plaga que arrasa con todo los recursos renovables y no renovables llevando a un deterioro prematuro, vivimos en una sociedad de consumo que a estas instancias no puede volver atrás, se ha generado dependencia de ciertos artículos que afectan notablemente el medio ambiente, como los son los vehículos y las industrias de petróleos y sus derivados, así mismo las inútiles cumbres de las grandes economías con el fin de frenar el calentamiento global y la emisión de gases dejan entrever que no hay vuelta de hoja.
No es posible frenar estos cambios se avecinan y son irremediables, tal cual como desaparecieron otras especies como los dinosaurios, la intrigante civilización de la Atlántida o la Maya que al parecer era consciente de su desaparición y no pudo remediarla, nosotros la civilización actual nos encontramos en la misma encrucijada, tal vez no sea nuestro fin pero si es una etapa que también genera cambios en nuestro pensar y actuar, debemos disfrutar de nuestro planeta con la conciencia que vendrán otras generaciones, quienes deberán afrontar una dura etapa de evolución derivada por una parte a los procesos naturales de la tierra y otra a las acciones del hoy y ayer del ser humano, la evolución así como el tiempo no se detiene y nosotros somos parte activa de ella.
En relación con lo anterior debemos tener en cuenta que las placas tectónicas han generado grandes movimientos que se reflejan en el cambio geográfico de la tierra, si recordamos lo que se denomino como panguea y la comparamos con los continentes actuales, se podrá apreciar el proceso de expansión continental el cual es continuo y conllevara a la desaparición de diversos territorios, a la reactivación de procesos volcánicos y violentos cambios climáticos, entre otros acontecimientos similares a procesos que anteriormente había sufrido la tierra.
Aunando a lo anterior el ser humano es una plaga que arrasa con todo los recursos renovables y no renovables llevando a un deterioro prematuro, vivimos en una sociedad de consumo que a estas instancias no puede volver atrás, se ha generado dependencia de ciertos artículos que afectan notablemente el medio ambiente, como los son los vehículos y las industrias de petróleos y sus derivados, así mismo las inútiles cumbres de las grandes economías con el fin de frenar el calentamiento global y la emisión de gases dejan entrever que no hay vuelta de hoja.
No es posible frenar estos cambios se avecinan y son irremediables, tal cual como desaparecieron otras especies como los dinosaurios, la intrigante civilización de la Atlántida o la Maya que al parecer era consciente de su desaparición y no pudo remediarla, nosotros la civilización actual nos encontramos en la misma encrucijada, tal vez no sea nuestro fin pero si es una etapa que también genera cambios en nuestro pensar y actuar, debemos disfrutar de nuestro planeta con la conciencia que vendrán otras generaciones, quienes deberán afrontar una dura etapa de evolución derivada por una parte a los procesos naturales de la tierra y otra a las acciones del hoy y ayer del ser humano, la evolución así como el tiempo no se detiene y nosotros somos parte activa de ella.
RAFAEL ALBERTO FAJARDO TORO
Estudiante VI Semestre Administración Pública - Territorial Huila.
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