Los Colombianos tienen la esperanza de que Senadores y Representantes a la Cámara elegidos este 14 de marzo, conformen un congreso realmente benéfico para nuestra Colombia, para que así nos sintamos bien respaldados; pero, también entre otras cosas, para la solución de problemas que son muy comunes.
Pasos importantes se han dado en los últimos en los últimos años, aunque falta demasiado por hacer y es la unión de esfuerzos la que permitirá avanzar en pos de un objetivo, vemos el liderazgo opita como quiera que tenga mayor representatividad, probada y comprobada en el máximo recinto de la democracia, con un significativo número de congresistas. Yen el congreso de la República la calidad no basta; también cuenta la cantidad. Es así como observamos este 14 de marzo como todos o la mayoría de los votantes han puesto condiciones. El Huila tiene una visión hacia el 2020 y la debemos proyectar mucho más allá; para ello se requiere la participación basada con grandes principios y valores a los cuales vemos a nadie les interesan, simplemente apasionados por algunas prebendas no elegimos bien.
Y es por que me he dado cuenta que incluye a los senadores y representantes que pescaron votos sin importar, de que lado son. Y nos olvidamos de que si subestimamos al votante nos olvidamos que estamos expuestos a que nos impongan condiciones. Es por eso que veo muy difícil, de buscar la manera a que los colombianos apoyemos ya sea a un Senador o a un Representante que realmente le cambie la cara a la politiquería en la que estamos viviendo.
Pero bueno hay que reconocer que lo ocurrido en esta jornada electoral, mas que una politiquería, es un aprueba palpable de que la gente rechaza el terrorismo y cualquier otra manifestación de violencia como formula de acceso algunas de las ramas del poder público en nuestra patria.
Debo confesar, que me habría gustado una participación mucho más multitudinaria, en las urnas. Y aparte de muchos conceptos malos en la política, todavía nos queda un trabajo largo, para que a la política se le vuelva a dar otra imagen. Y así restaurar, la confianza mayoritaria de los ciudadanos, en quienes ejercemos como servidores públicos. Pienso que los partidos políticos en Colombia, tienen que estar monolíticamente unidos en contra de la corrupción, que es el peor cáncer que puede invadir el manejo de los recursos públicos; que deben orientarse exclusivamente a la inclusión de millones de colombianos que continúan hoy, en situación de pobreza y marginalidad.
Pasos importantes se han dado en los últimos en los últimos años, aunque falta demasiado por hacer y es la unión de esfuerzos la que permitirá avanzar en pos de un objetivo, vemos el liderazgo opita como quiera que tenga mayor representatividad, probada y comprobada en el máximo recinto de la democracia, con un significativo número de congresistas. Yen el congreso de la República la calidad no basta; también cuenta la cantidad. Es así como observamos este 14 de marzo como todos o la mayoría de los votantes han puesto condiciones. El Huila tiene una visión hacia el 2020 y la debemos proyectar mucho más allá; para ello se requiere la participación basada con grandes principios y valores a los cuales vemos a nadie les interesan, simplemente apasionados por algunas prebendas no elegimos bien.
Y es por que me he dado cuenta que incluye a los senadores y representantes que pescaron votos sin importar, de que lado son. Y nos olvidamos de que si subestimamos al votante nos olvidamos que estamos expuestos a que nos impongan condiciones. Es por eso que veo muy difícil, de buscar la manera a que los colombianos apoyemos ya sea a un Senador o a un Representante que realmente le cambie la cara a la politiquería en la que estamos viviendo.
Pero bueno hay que reconocer que lo ocurrido en esta jornada electoral, mas que una politiquería, es un aprueba palpable de que la gente rechaza el terrorismo y cualquier otra manifestación de violencia como formula de acceso algunas de las ramas del poder público en nuestra patria.
Debo confesar, que me habría gustado una participación mucho más multitudinaria, en las urnas. Y aparte de muchos conceptos malos en la política, todavía nos queda un trabajo largo, para que a la política se le vuelva a dar otra imagen. Y así restaurar, la confianza mayoritaria de los ciudadanos, en quienes ejercemos como servidores públicos. Pienso que los partidos políticos en Colombia, tienen que estar monolíticamente unidos en contra de la corrupción, que es el peor cáncer que puede invadir el manejo de los recursos públicos; que deben orientarse exclusivamente a la inclusión de millones de colombianos que continúan hoy, en situación de pobreza y marginalidad.
Alba Luz Pastrana Polanco
Esap
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