jueves, 6 de mayo de 2010

LA EDUCACION EN COLOMBIA


Para ninguno es extraño que la educación en Colombia presenta muchas falencias, nuestro país es el único en América Latina que no ofrece educación gratuita a la población infantil, a pesar de que constitucionalmente está establecida como un derecho para todos y gratuito sin discriminación, al alcance de toda la población; busca el desarrollo de competencias básicas en las áreas fundamentales de formación que establece la ley general y que toda persona debe desarrollar. Las condiciones en qué se ofrece están colmadas de inequidad social desde el niño que no puede acceder, o quien debe desertar de las aulas por situaciones diversas por causas de pobreza, falta de acceso como es el caso de poblaciones indígenas, personas en situación de discapacidad, desplazados y otros grupos vulnerables de ser excluidos del sistema educativo, hecho que atenta contra la proclamación de las políticas nacionales e internacionales como es el caso de la UNESCO, que propone un educación para todos con las mismas oportunidades de participación y aprendizaje sin discriminación alguna.; pasando por la precariedad en que estudian muchos niños y adolescentes y se desempeñan los maestros, hasta los privilegios que si todos tuviesen esa oportunidad sería lo deseable, de Colegios muy bien estructurados, con maestros bien pagos, que atienden pocos estudiantes.

Así mismo, la sociedad tiene una visión negativa de los procesos educativos, lo cual crea una brecha entre ésta y las escuelas, las cuales creen que son injustamente evaluadas. Recíprocamente, la sociedad se siente defraudada y pisoteada por el sistema educativo básico que tenemos en Colombia.

En Colombia hay otros problemas sociales que agravan la educación, como lo son el constante desplazamiento de las poblaciones campesinas y o rurales a la ciudad, por causas de violencia, hecho que ha generado una gran centralización de la población en las ciudades, mayores índices de pobreza, y violencia.

En Colombia es evidente que sufre problemas sociales graves, pero también no somos los únicos y aunque nuestro reconocimiento a nivel mundial figure en la lista de los países más azotados por la violencia, pienso que a COLOMBIA no lo cambia un presidente, un magistrado, un gobernador; por el contrario, somos cada uno de nosotros que debemos ser consientes de aportar un granito de arena desde nuestros hogares. Con esto, ayudar a que la sociedad no se corrompa y se fortalezca cada día a formarse y a ser personas de bien para la sociedad.


MADDY MARCELA LIZCANO GALINDO
IV SEMESTRE

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