jueves, 8 de octubre de 2009


¿TEMOR, SINÓNIMO DE PARÁLISIS?
Parecería extraño que uno de los síndromes que más afecta a las personas hoy día el desarrollo de su personalidad y su vida social , es el temor ; el cual se caracteriza por establecer en el individuo los siguientes elementos : duda , frustración, baja autoestima , todos ellos encaminados a entorpecer el propósito por el cual estamos aquí.
Algunas áreas en las que se evidencia el temor con mayor facilidad son: la apariencia física, que está ligada a unos prototipos que la misma sociedad de consumo ha establecido como el único requisito que debe reflejar el hombre o la mujer ideal; otra área es el aspecto económico el cual está relacionado con la competencia, en donde el que más posea es el que tiene el poder y por lo tanto será respetado por quienes lo rodean; creando así en el individuo un conflicto entre lo que debe hacer y lo que aparenta ser; y finalmente hablaremos del área emocional enfocada básicamente en las experiencias y vivencias sentimentales y todas las posibles decepciones que en torno a esto se hayan explorado.
Alguna vez, en el transcurrir de nuestra vida lo hemos experimentado el temor, por alguna razón, cualquiera que haya sido, nos ha llevado a sentir alguno de los elementos anteriormente mencionados; además, atados, paralizados, impotentes finalmente miserables, lamentándonos muchas veces, con frases como: -¡si tuviera suficiente dinero!, ¡si pudiera vivir mi vida de nuevo!, ¡ si no fuera casado (a) ¡en fin; este estado que permitimos



Mayoly Nuñez Osorio
alimentar nos puede llevar a días, semanas, meses, años en una misma situación la cual terminaremos por aceptar y se hará parte de nuestra vida.
El temor nos limita, nos coloca obstáculos en todos los proyectos que deseemos emprender, el temor nos cohíbe de hacer y realizar todos aquellos sueños que nos hacen al menos en pensamiento volar; atrayendo por su parte situaciones enteramente negativas y totalmente contrarias a lo que deseábamos. Como resultado de esto permitimos que sea un hecho continuo y lo peor de todo, es que nos acostumbramos a él.
Es por eso que debemos renovar nuestra mente, haciendo un alto en el que hasta ahora había sido nuestro camino; levantarnos, enfrentarnos a aquello que nos había traído tantos obstáculos, decidirnos, explorar nuestras emociones y sentimientos; pero lo más importante tomar riesgos. Darnos la oportunidad de potencializar nuestras fortalezas y hacer que los demás las conozcan, también a través de nuestros actos, nuestra forma de hablar, nuestra forma de pensar. El cambio está en tus manos

1 comentario:

  1. Hola Mayi. Excelente, muy propio de tu formación académica y tu fe Cristiana. Dios te siga bendiciendo y te use de manera sobrenatural. Se te quiere mucho.

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