por Aldemar Reina Bustos
Mucho se ha especulado y experimentado sobre modelos de aprendizaje , métodos educativos, sistemas de enseñanza, que hagan que los individuos desarrollen su capacidad de aprendizaje y sean mas competitivos en un medio cada vez mas exigente y necesitado de mentes brillantes que hagan la diferencia, pero a pesar de ello, vemos con preocupación el deficiente desarrollo intelectual en nuestra población estudiantil, la poca capacidad de investigativa, la superficialidad en todos los aspectos y es aquí donde cabe preguntarnos si estos métodos y modelos educativos están encaminados a formar o a mecanizar al individuo en su desarrollo intelectual y social.
Partiendo de la premisa de nuestros abuelos “hay que prepararnos para la vida”, surgen interrogantes como ¿si los sistemas educativos actuales nos preparan para afrontar los retos de hoy? o ¿es necesario un cambio profundo en las metodologías aplicadas actualmente?. A mi forma de ver, a pesar de la facilidad de la tecnología aplicada a los modelos educativos actuales, éstos no forman individuos críticos, investigativos, intelectuales íntegros, por el contrario, con estos métodos se ha incrementado el facilismo, que ha conllevado a crear no íntegramente educados, si no, individuos con pereza intelectual, incapaces de los retos actuales y es por ello que se hace necesario un cambio no solo en la metodología, sino, en la mentalidad de quienes la aplican.
En mi última experiencia formativa (muy enriquecedora por cierto) me he podido dar cuenta que el cambio es fácil y mas cuando se encuentran educadores que no solo enseñan, sino, que forman, que hacen que el individuo escudriñe sus capacidades, se enfrente a los retos y reconozca que es capaz de marcar la diferencia, ese tipo de educadores son un valor agregado, son un aporte adicional e invaluable a nuestra formación, por lo tanto, no solo hay que reconocer y resaltar su labor, sino, tomarlos como punto de referencia para crear una verdadera revolución educativa encaminada a un cambio profundo en los sistemas de formación; es aquí donde debe nacer nuestro compromiso, conde debemos buscar los medios para exigir dichos cambios, solo así garantizaremos que las generaciones venideras tendrán un mejor futuro.
Como podemos dilucidar, existe la necesidad del cambio, existen los medios para ello, solo hay que hacerlo, la cuestión no son los individuos ávidos de conocimiento, la cuestión es el método y como un homenaje a aquellos comprometidos con un cambio verdadero, a aquellos que no solamente enseña sino que forman, vale la pena intentarlo.
Mucho se ha especulado y experimentado sobre modelos de aprendizaje , métodos educativos, sistemas de enseñanza, que hagan que los individuos desarrollen su capacidad de aprendizaje y sean mas competitivos en un medio cada vez mas exigente y necesitado de mentes brillantes que hagan la diferencia, pero a pesar de ello, vemos con preocupación el deficiente desarrollo intelectual en nuestra población estudiantil, la poca capacidad de investigativa, la superficialidad en todos los aspectos y es aquí donde cabe preguntarnos si estos métodos y modelos educativos están encaminados a formar o a mecanizar al individuo en su desarrollo intelectual y social.
Partiendo de la premisa de nuestros abuelos “hay que prepararnos para la vida”, surgen interrogantes como ¿si los sistemas educativos actuales nos preparan para afrontar los retos de hoy? o ¿es necesario un cambio profundo en las metodologías aplicadas actualmente?. A mi forma de ver, a pesar de la facilidad de la tecnología aplicada a los modelos educativos actuales, éstos no forman individuos críticos, investigativos, intelectuales íntegros, por el contrario, con estos métodos se ha incrementado el facilismo, que ha conllevado a crear no íntegramente educados, si no, individuos con pereza intelectual, incapaces de los retos actuales y es por ello que se hace necesario un cambio no solo en la metodología, sino, en la mentalidad de quienes la aplican.
En mi última experiencia formativa (muy enriquecedora por cierto) me he podido dar cuenta que el cambio es fácil y mas cuando se encuentran educadores que no solo enseñan, sino, que forman, que hacen que el individuo escudriñe sus capacidades, se enfrente a los retos y reconozca que es capaz de marcar la diferencia, ese tipo de educadores son un valor agregado, son un aporte adicional e invaluable a nuestra formación, por lo tanto, no solo hay que reconocer y resaltar su labor, sino, tomarlos como punto de referencia para crear una verdadera revolución educativa encaminada a un cambio profundo en los sistemas de formación; es aquí donde debe nacer nuestro compromiso, conde debemos buscar los medios para exigir dichos cambios, solo así garantizaremos que las generaciones venideras tendrán un mejor futuro.
Como podemos dilucidar, existe la necesidad del cambio, existen los medios para ello, solo hay que hacerlo, la cuestión no son los individuos ávidos de conocimiento, la cuestión es el método y como un homenaje a aquellos comprometidos con un cambio verdadero, a aquellos que no solamente enseña sino que forman, vale la pena intentarlo.
Fabuloso artículo dedicado a estudiantes y a educadores. Cuando el reconocimeinto viene de Ustedes el compromiso es mayor. Afortunadamente debemos insistir en el cambio de paradigma tanto de los docnetes como del estudiante en su nuevo rol de acuerdo a la época en que vivimos como sociedad del conocimiento en la que nos encontramos. Es verdad, los docentes no estan innovando en metodologías, mientras que en medios, mediaciones y contenidos la tecnología lo está cambiando todo. Necesitamos fortalecer el aprendizaje colaborativo, por poryectos y el autoaprendizaje donde el protagonista sea el estudiante y el docente no un dictador de clase sino un mediador y un consejor y orientador. Buen artículo.
ResponderEliminarOBERT ALEJANDRO ORTIZ RODRIGUEZ