jueves, 8 de octubre de 2009

MORIR O VIVIR



LINA ROCIO ROJAS PERDOMO

Cuando las cosas no salen como queremos nos sentimos derrotados y sin ganas de vivir; si hemos perdido una batalla creemos que hemos perdido la guerra. Nos levantamos con la euforia de vivir, pero en el día a día nos sentimos cansados y fatigados, la tristeza envuelve el corazón y las buenas razones lo impulsan y lo animan a seguir luchando, por conseguir la felicidad. Cuantos que se acuestan desalentados y pocos agradecidos con sus vidas que lo único que les importa es lo que hicieron en el día y piensan en el mañana como un espacio para hacer sus cosas; pero que triste que viven sin sentido y con pocas ganas de hacer florecer aquello que hay de humano en su ser, estas personas no le tiene miedo a la vida, pero si le temen a su muerte. ¿Acaso no vale la pena luchar por nuestra identidad? No estamos seguros del porque estamos en este mundo; nos falta confianza y fortaleza para ratificar si queremos morir o vivir, y es por esto que hacemos lo del común, sin darle rumbo exacto a nuestra vida, tomando como verdadero aquello que es falso y aceptando como bueno los argumentos que nos conducen hacia lo negativo y hacia la destrucción.
Hasta que no tomemos en serio nuestra existencia y hagamos un pare en nuestras vidas; dándole sentido a la razón y argumentando el existir; es muy difícil encontrar pensamientos coherentes, críticos y reflexivos enfocados por senderos claros y estables. Cuando dejamos pasar el ayer y el mañana como un día más, estamos contribuyendo para que reine la oscuridad y los caminos facilistas que no forman, ni hacen resplandecer las dimensiones del saber que hacen del hombre una persona única, libre, responsable y comprometido con la búsqueda de lo trascedente.
Cuando aprendemos de cada día algo nuevo y esto nos sirve de experiencia y de madurez, para contemplar lo bello, asombrarnos de lo maravilloso que nos rodea y así poder aportar a la perfección de la creación, entonces hemos comenzado a encontrarle sentido y sabor al arte de saber vivir bien; esto se refiere a las caídas que tenemos en nuestra vidas, es afrontar nuestras situaciones y la vida misma que nos hemos forjado, es caernos cincuenta veces y tener la tenacidad y madurez de levantarnos cien veces, con la cabeza erguida tomando como referencia lo que se ha vivido, sin olvidar nuestra identidad, de donde venimos y la presencia de Dios en nuestro camino.
prince.170@hotmail.com.

2 comentarios:

  1. Apreciada Lina, estoy en línea y felicitaciones por este artículo. Además quedaste muy linda y te vamos a ver por mucho tiempo. Nunca más dejes de escribvir y expresar tus opiniones con criterio.

    OBERT ALEJANDRO ORTIZ RODRIGUEZ

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  2. Hola Bella. Excelente! La Biblia enseña que de la abundancia del corazón habla la boca. Cuida ese corazón y el hablará por ti aun en las Naciones.

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