miércoles, 7 de octubre de 2009

EL MUNICIPIO Y EL BIENESTAR SOCIAL




EL MUNICIPIO Y EL BIENESTAR SOCIAL
DERLY JOHANA RAMIREZ ZULETA

Cuando pienso en la palabra municipio, considero que en ella confluyen una serie de ideas que en mi época de estudiante de bachillerato no podía asimilar de manera correcta. Entenderlo por ejemplo desde el punto de vista sociológico significaba entenderlo como ese núcleo de familiar en el que están sentadas en un espacio determinado, con un objetivo común, pero bajo el régimen del gobierno central salvaguardando intereses de la nación.

Ora, desde el punto de vista jurídico, como ente primordial de la división político-administrativa, con autonomía política, fiscal y administrativa y que tiene como finalidad exclusiva el bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida de sus ocupantes.

Si nos detenemos un minuto, con nuestro cambio constitucional, ahora lo entendemos como una entidad político-administrativa, fundamental, bajo la égida del alcalde, como fiel copia del viejo municipio castellano, época de conquista deshonrosa.

Pero esos términos que nos llevan a pensar que la autoridad administrativa debe propender por el bienestar general, son un sofisma de distracción. Nuestros gobernantes, mirando solo los últimos cuatro gobiernos en la ciudad de Neiva, únicamente los ha animado su deseo personal de alcanzar alcurnia, así el desarrollo social y comunitario no avance, cuando éste concepto debería ser el motor alimentador de toda gestión administrativa.

Pero nuestro sistema, nuestra forma de pensar y de obrar nos ha llevado a ese estado. Elegimos nuestros gobernantes sin un criterio definido y no lo hacemos porque nos enseñen un norte, un puntal de desarrollo, en ocasiones, sólo por alcanzar algún beneficio individual, la de mi familia o de amigos, o tal vez por indiferencia, por esa indiferencia que en muchas ocasiones nos acompaña cuando debemos definir el futuro.

Acongoja la ausencia de políticas claras de bienestar social, de empuje regional y de prestar una solución efectiva a problemas arraigados como es el suministro de agua potable, cuyo costo día a día se incrementa; los servicios de alcantarillado, vías y salud, con lo cual sí se buscaría en verdad, el bienestar general.
Y contribuye al desorden administrativo, por si faltara algún ingrediente, el no cumplimiento de sus deberes legales y constitucionales por parte del Concejo Municipal, ente llamado a adoptar los planes y programas de desarrollo económico y social y de obras publicas, tal como lo señala el artículo 313-2 de la Constitución Política, pues en ocasiones se convierte en una Corporación sin visos políticos y sin iniciativa.

Aturde la conciencia esas situaciones caóticas de mi municipio, pero afortunadamente nos nutre y nos ilusiona la esperanza de un mejor mañana.

1 comentario:

  1. Derly, lo mismo me ocurrió que vine a entender que es un municippio después de muchos años de estudio. Entender como es que se gobierna un municipio, como se hacen sus normas y que políticas se implementan y que lástima que la gente no participa sino para organizar fiestas y de ahí no pasas. Ese es el valor agragado de quienes sonmos espertos en gestión pública. un abrazo

    OBERT ALEJANDRO ORTIZ RODRIGUEZ

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