Aunque padres y madres son responsables de criar a sus hijos e hijas y de brindarles lo necesario para que crezcan y se desarrollen de manera integral, el Estado y los distintos actores de la sociedad deben darles todo el apoyo y la protección para que puedan lograrlo. Educadores, autoridades, medios de comunicación, periodistas, pediatras, psicólogos, trabajadores sociales, empresarios y miles de profesionales y funcionarios en entidades publicas y privadas, tienen la tarea de revisar que están haciendo para proteger a los niños, las niñas y los adolecentes que forman parte de nuestra comunidad. Es necesario pasar del marco teórico de los derechos de los niños a incluir en la cotidianidad pautas de crianza y esquemas de convivencia en los que verdaderamente estos derechos se respeten.
Vemos que las leyes ya existen y provienen, entre otras, de la decisión de representantes de más de 190 países al firmar una Convención de los Derechos del Niño, la cual consiste en tomar como un mandato inaplazable para forjar una nueva sociedad. No hay ninguna justificación para que todavía millones de adultos sigan ignorando los derechos que se han definido para buscar las protecciones integrales de los niños, niñas y adolecentes en el mundo entero.
Se puede decir que por tanta desprotección que tienen hoy en día estos pequeños, el Gobierno ha establecido unas normas o leyes que protegen sus intereses.
Una situación que afecta irremediablemente a los niños es el divorcio de sus padres y las situaciones de conflicto que normalmente preceden a esta decisión de los adultos. Vemos que la ley contempla disposiciones sobre los temas que suelen ser la mayor causa de conflicto y que están orientadas a proteger y defender los derechos de niños y niñas: patria potestad, custodia, visitas y cuota alimentaria.
De esta manera podemos encontrar que los derechos de protección de los niños son muchos, entre estos encontramos.
Protegerlos en contra del abandono físico, emocional y afectivo de sus padres; la explotación económica por parte de sus padres o personas inescrupulosas que los están rodeando; la violación, la prostitución, la explotación sexual; el secuestro, la venta o trata de menores; las guerras y los conflictos armados, las minas antipersonales, sería muy bueno que los dejaran fuera de esto, ellos son inocentes de los problemas de los adultos.
Necesitan que todos los adultos le brinden apoyo, educación, buena atención en salud, alimentación, un techo y una vida digna, además no olvidemos que los niños son ¡EL FUTURO DE NUESTRA SOCIEDAD!
CIELO KATHERINE CARDOSO CAICEDO
ESAP
Vemos que las leyes ya existen y provienen, entre otras, de la decisión de representantes de más de 190 países al firmar una Convención de los Derechos del Niño, la cual consiste en tomar como un mandato inaplazable para forjar una nueva sociedad. No hay ninguna justificación para que todavía millones de adultos sigan ignorando los derechos que se han definido para buscar las protecciones integrales de los niños, niñas y adolecentes en el mundo entero.
Se puede decir que por tanta desprotección que tienen hoy en día estos pequeños, el Gobierno ha establecido unas normas o leyes que protegen sus intereses.
Una situación que afecta irremediablemente a los niños es el divorcio de sus padres y las situaciones de conflicto que normalmente preceden a esta decisión de los adultos. Vemos que la ley contempla disposiciones sobre los temas que suelen ser la mayor causa de conflicto y que están orientadas a proteger y defender los derechos de niños y niñas: patria potestad, custodia, visitas y cuota alimentaria.
De esta manera podemos encontrar que los derechos de protección de los niños son muchos, entre estos encontramos.
Protegerlos en contra del abandono físico, emocional y afectivo de sus padres; la explotación económica por parte de sus padres o personas inescrupulosas que los están rodeando; la violación, la prostitución, la explotación sexual; el secuestro, la venta o trata de menores; las guerras y los conflictos armados, las minas antipersonales, sería muy bueno que los dejaran fuera de esto, ellos son inocentes de los problemas de los adultos.
Necesitan que todos los adultos le brinden apoyo, educación, buena atención en salud, alimentación, un techo y una vida digna, además no olvidemos que los niños son ¡EL FUTURO DE NUESTRA SOCIEDAD!
CIELO KATHERINE CARDOSO CAICEDO
ESAP
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