Andrea Sirley Cano Castellanos
Pareciera que hoy nadie discute la importancia de la educación en el desarrollo de un país. Los expertos coinciden en que el desarrollo social y económico surge del mejoramiento de los procesos de formación, pese a esto, lo olvidamos con frecuencia, y en países como el nuestro, la educación es todavía un componente “de segunda”.
En el mundo entero, hay claros ejemplos de cómo importantes esfuerzos educativos, en programas de largo plazo, y sumados a otras acciones, permiten que la calidad de vida de un país mejore de manera sustancial.
Una demostración clara de estas afirmaciones está en Corea del Sur. ¿Cómo dejó de ser uno de los países con más miseria del planeta -más pobre que Colombia-, para convertirse en el imperio comercial que es hoy?
Siendo un país agrícola, devastado por la guerra entre 1950 y 1953. Acciones desarrolladas por el gobierno, permitieron que de un nivel de menos de cien dólares de ingreso per cápita, pasara a los 20 mil dólares. ¿Cómo ocurrió?
Entre esas acciones, hubo préstamos y compra de tecnología extranjera, que comenzó a venderse a otras naciones para poder pagar las compras de maquinaria y la deuda; las empresas fueron eximidas del pago de impuestos y los créditos bancarios se ofrecieron sin intereses.
La industria creció. Corea del Sur pasó a construir plantas petroquímicas y equipos electrónicos; crearon institutos de investigación científica y aumentaron los recursos en investigación y desarrollo; las grandes compañías comenzaron a reclutar estudiantes. Hoy, Corea del Sur fabrica y exporta el 60% de los chips del mundo.
En menos de cincuenta años, ese país se propuso sacar adelante un modelo de desarrollo basado en el fortalecimiento de su industria, que necesariamente tenía que alimentarse de una educación en crecimiento, cumpliendo un papel primordial en el desarrollo, dando paso a una evolución que transforma, aumenta la productividad, y moderniza los sectores tradicionales de la economía.
Naciones que han logrado satisfacer sus desigualdades sociales y económicas, tienen en la educación un fundamento importante de su desarrollo. Una reciente evaluación sobre educación de calidad, halló que Finlandia tiene la mejor educación del mundo, Corea del Sur ocupó el segundo lugar.
Parte de la educación, tiene que ver con la creación de un ciudadano más crítico y participativo, formado en valores, que contribuya a tomar las decisiones que requiere su país para lograr un desarrollo integral. Solo así, podríamos pensar que una nación como la nuestra pueda avanzar y salir del atraso en que se encuentra.
NO HAY DUDA DE LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN EN EL DESARROLLO DE UN PAÍS, EN EL APORTE A LA CULTURA DEL CIVISMO Y EL RESPETO POR EL OTRO Y POR ENDE EN LA FORMACIÓN DE CIUDADANOS DE BIEN, ARTÍCULOS COMO ESTE LES RECUERDA A LOS DIRIGENTES DE COLOMBIA QUE NO TODO SE ARREGLA CON ARMAS, QUE UNA NACIÓN, EDUCADA ES UNA NACIÓN PRODUCTIVA, Y ASÍ SE SOLUCIONAN EN UN ALTO PORCENTAJE LOS PROBLEMAS SOCIALES, MADRE DE ESTA GUERRA QUE NOS TIENE TAN CANSADOS.
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