Uno de los mayores problemas que tenemos en nuestro país, es la política y el transfuguismos que por medio de esta se le hace a la población con clase social baja, en la cual se les facilita tener mayor acceso ya que con unos pocos recursos o con una que otra mentira contribuyen a facilitar su voto para un determinado político.
Los 'pobres', aquellos llamados a ser dominados por los gobernantes, son y serán necesarios en nuestro país, porque así se quiere. ¿Por qué? En la medida que sean más pobres, será más barato para los políticos comprar sus conciencias y más sencillo mantenerlos en esa trampa de pobreza que les impide acceder a buena educación y tomar decisiones mejor fundamentadas.
Desde la economía política, es evidente que los subsidios presentes (el precio del voto) y futuros (el cupo en Familias en Acción o en el Sena) tendrán costos, en materia de ineficiencia, inequidad y pobreza, por los mejores usos que se les podría dar para progresar, mejorar la dinámica de la economía colombiana y su sostenibilidad.
No obstante esto, ya muchos se frotan las manos con los recursos de la actual bonanza petrolera que vive el país y aguardan la tajada de la torta que engullirán y les permitirá tener a los 'pobres' siempre abajo y dispuestos a vender su conciencia. La discrecionalidad en el uso de estos recursos y el bajo nivel de empleo que genera la minería frente a otros sectores, permitirá que los recursos no lleguen a los que más los necesitan.
Brindando educación de baja calidad castigarán a los más pobres impidiendo que vean más allá, y a los gobernantes, no les conviene proveerles las 'gafas del desarrollo'.
Al ver las propuestas educativas de los candidatos -combustible fundamental de la calidad de vida-, las diferencias saltan a la vista, así como los números y las cuentas en materia de impuestos.
Las necesidades de educación de nuestro país van más allá de proveer computadores y de evaluar a los maestros. Colombia requiere un cambio de mentalidad, una visión de largo plazo, un mayor sentido crítico, un mejor uso de la tecnología y mayor respeto por el otro.
Mientras no haya EDUCACIÓN, quienes venden su voto no tendrá información suficiente y necesaria para ponerle un precio que refleje los beneficios que están sacrificando. Por eso, para los políticos siempre serán necesarios los pobres.
MARTHA LUCIA PULIDO
IV SEMESTRE
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